Son casi 340 días en el año en los que pienso en "las esperadas vacaciones". Como van a ser? A dónde iré? Con quienes? Y finalmente llega ese ansiado momento que en números reales dura unos 7 días, pero que se sienten algo así como 0,47 segundos. Que paso?? Como que mañana nos volvemos?? Para estoy destruido! Cuando dormimos??
En fin… hay que repasar el día a día para convencerse de que se disfrutó. A ver….
Al principio le prendés velas a cuanto Santo exista para que no llueva o se nuble. Y con tanta "macumba casera" medio como que lo lográs, pero te olvidaste de un detalle: el viento. Ese compañero leal de la playa. Pero vas igual a la playa, "yo me la re banco, estamos en la costa hay que ir igual!" Y una vez allí hay que meterse al mar. O no? "Eeeh, 300 y pico de kilómetros y no te vas a meter al mar??". Pensándolo mejor… creo que voy a mojarme sólo los pies. Y te arrimás…. Y te arrimás…. Pensás: "la reput…. ahí viene la ola y me tengo que hacer el macho". Te toca y mordés los labios, das como unos saltitos y tu piel de gallina es indisimulable. Listo! Ya cumplí!..... No, recién comienza. Ahora hay que caminar por la orilla hasta el muelle que se ve como una línea difusa en el fondo. Ahí es el momento preciso en el que comienza tu intolerancia por la muchedumbre humana. Sale una nena del mar corriendo y salpica mucho. "Es solo una nena"….. "La pelooootaaaaaaa! – te gritan de atrás. "Gracias capo", "De nada" (cuya traducción real es: "Pedazo de inadaptado social, como vas a armar una cancha de fútbol monumental en la playa a las cuatro y media de la tarde??"). Seguís caminado por el huequito que queda entre las carpas y el mar… que creció casi hasta la Av. Costanera. "Chuuurrrroooooo" Me tengo que meter al mar para que pase el carrito. Pasa el que trota, el vendedor de gaseosa, los muy blanquitos, y los muy quemados, los langa, el bañero usa zunga, el falquito y mr. anabólicos. La diosa, el bagre, los viejos en medias y alpargatas y, por supesto, la gorda lechona. El padre que se recibió de Ingeniero en Castillitos de arena y no deja que el hijo participe demasiado. El del perro, los de la bici y el cuatriciclo. La conchilla, las piedras, la mugre, la arena muy fría y la arena que pela.
En eso me pareció ver a un amigo (porque uno va a la costa a despejarse de la rutina diaria, pero allá están todos los que te cruzas todos los días en tu barrio), doy la vuelta caminando unos pasos de espaldas intentando identificarlo en la muchedumbre y escucho que me gritan y mucho. "Y ahora que pasa?? Upsss……le pise la cancha de tejo a los señores de la tercera edad. Les corrí el bochín y me miran con cara de Sofovich enojado. Esbozo un tímido perdón y decido que es mejor volver a la casa, que queda a unas 30 cuadras.... y si, teniéndo que volver a pasar por todo eso de nuevo....

-- TPT --